¿No encuentras las cosas cuando las buscas? ¿Sientes que necesitas más espacio de almacenaje? ¿Te gustaría un cambio de estilo en tu casa?. Si estás constantemente buscando soluciones para la organización en casa pero al final no te funcionan, necesitas alguien que te ayude a ver tu casa desde otra perspectiva y que te aporte soluciones.
Con el tiempo se acumula en casa una gran cantidad de artículos de diferentes categorías que, la mayoría de las veces, ni los necesitas y ni te hacen feliz. Estos además saturan los lugares de almacenaje y entorpecen la circulación de los espacios de tu casa.
Reconocer que un objeto o una prenda de vestir ya ha cumplido su objetivo contigo y que es hora de partir te puede resultar difícil. Quiero enseñarte que en realidad es un proceso liberador, que te proporciona espacio para artículos que realmente te reportan felicidad. Además, te permite colaborar con otras personas cuando decides regalarlo o donarlo y despejar tu mente al quitar tareas de tu lista de cosas pendientes.
El orden creativo consiste en soluciones sencillas y prácticas para ordenar tu casa basadas en despejar, ordenar y dar un toque de decoración. Con el orden creativo volverás a disfrutar de tu casa, a sentirte feliz y llena de energía de forma que puedas mantener las estancias organizadas con poco esfuerzo y con soluciones adaptadas tus necesidades.
Despejar, personalizar y ordenar tu casa te proporcionan tranquilidad, felicidad y permite que te encuentres a gusto en ella.
Cada estancia tiene su atractivo. Para sacar todo su potencial tienes que tener el mobiliario adecuado al espacio, cada cosa debe tener su lugar y contar con elementos decorativos que te gusten.
Hay tres pasos fundamentales en este proceso de orden creativo:
El precio depende de la cantidad de horas necesarias para poner en orden esos lugares que están en caos y conseguir que te reporten tranquilidad y felicidad. Podemos aprovechar los contenedores y espacios de almacenajes de los que dispongas para que la inversión se lo mas ajustada posible.
La vivienda no solo es un bien inmobiliario, es también una forma de consolidación espiritual.